martes, 2 de septiembre de 2008

La pasión

Las personas cambian, los intereses también, lo que ayer nos agradaba hoy deja de hacerlo, y descubrimos nuevas ocupaciones, amigos o pasatiempos. Sin embargo, hay cosas que se mantienen fijas, o echan raíces, en mi caso, es el gusto por la decoración, con los años ha madurado, y se ha convertido en algo más que un pasatiempo -o eso pretendo- aunque mi estilo está un poco confuso, hoy me gusta el minimalismo, mañana lo clasico, y otra vez los espacios blancos, o tonos tierra, o muchos cuadros, o ninguno; en fín, que mi departamento es un taller experimental, actualmente ando en la etapa de tonos cafés, que van de una pared llena de siluetas de hojas en café claro cubriendola por completo, como un papel tapiz, a una pared con rallas. ¿Tenemos que tener un gusto definido para todo?...

Primera vez

Mis manos tiemblan, siento que algo me oprime desde adentro, me doy cuenta que el momento tan esperado está frente a mi, me llama impaciente llenándome de ansiedad, mi inseguridad es palpable, tiene cuerpo y sombra, no sé como hacerlo realmente (como muchas cosas), actúo siguiendo el instinto, por intuición, me doy valor repitiéndome que si todos lo hacen no debe ser difícil - casi me convenzo-, tantas veces ensayado en mi mente servirá de algo, o acumular puntos como en una especie de sorteo. Lo haré con naturalidad y confianza algún día? no lo sé, pero el intento habrá valido la pena. Afuera, una cómplice llovizna moja la tierra y va desdibujando las sombras... Hoy escribo por primera vez en mi blog.